QUITO.- El presidente de Ecuador apareció ya en el balcón de la sede presidencial tras lograr abandonar el hospital donde era retenido por los policías sublevados. Los militares consiguieron rescatarle en una operación con intercambio de disparos con los policías. Correa acusa a la oposición de intentar montar un golpe de Estado.
Al ritmo del himno a la Patria, el primer mandatario de Ecuador, Rafael Correa, llegó hasta el Palacio de Carondelet, tras un operativo violento.
En menos de siete minutos llegó para saludar a sus seguidores que, desde horas de la tarde, enarbolaron banderas esperando su llegada.
Los militares habían conseguido rescatar al presidente de Ecuador, Rafael Correa, del hospital donde estaba retenido por los policías sublevados, según confirman varias fuentes. El presidente permaneció más de diez horas retenido por los sublevados y fue sacado enmedio de un tiroteo, que duró veinte minutos.
El automóvil Nissan Patrol en el que fue trasladado el presidente de Ecuador, después de ser rescatado por el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional y la Fuerza Terrestre del Ejército de Ecuador, registra cuatro impactos de fusil, tres en el capot y uno en el parabrisas, justo en el lado en el que iba el mandatario, según informó la agencia estatal de noticias Andes.
El coronel Luis Castro, quien participó en el operativo de liberación de Correa al frente de las Fuerzas Especiales, declaró a la Televisión Pública que en el momento en que llegaron al lugar fueron recibidos por varios francotiradores que estaban apostados en el hospital en el que se encontraban el presidente y otros dignatarios del Estado.
Correa se encuentra ya en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo. En la Plaza Grande de Quito le esperaban algunos ministros y centenares de sus partidarios, que ondeaban banderas de Ecuador. El presidente ha declarado el estado de excepción en el país. Hay numerosos heridos, tanto en Quito como Guayaquil, pero su número exacto se desconoce.
Una fuerza militar consiguió penetrar en el hospital rodeado por policías sublevados. Correa salió en medio de una confusión en el exterior debido a un tiroteo que se registró en las afueras cuando llegaron cientos de militares y aparentemente se enfrentaron con policías sublevados, informó la televisión local.
La televisión presentó imágenes de un coche en el que supuestamente viajaba el presidente y de un policía que resultó herido.
En su primera alocución, ya liberado, agradeció al presidente español, Rodríguez Zapatero, el apoyo recibido durante su retención por los policías descontentos con su nueva escala salarial. Zapatero, ha reclamado a la comunidad internacional que reaccione con "contundencia" al objeto de que "se respete al democracia" en Iberoamérica y, especialmente, en Ecuador
Desde el hospital de la policía, Correa se trasladó al Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, y se asomó al balcón, donde le esperaban algunos ministros, para dirigirse a miles de sus partidarios congregados en la Plaza de la Independencia de Quito y que ondeaban banderas de Ecuador.
Correa saludó a los simpatizantes que lo esperaban y en referencia a lo sucedido dijo que se trató de un día "de profunda tristeza".
Alrededor de las ocho de la tarde (hora local, tres de la madrugada en la península Ibérica ) se produjo un grave enfrentamiento a las puertas del hospital entre agentes sublevados y miembros de la escolta que trataban de sacar al mandatario, que se saldó a favor de los rebeldes.
Fue el inicio de choques y disparos cruzados entre fuerzas de seguridad leales al dirigente y los rebeldes a las puertas de la clínica.
Tras declarar el estado de excepción en todo el país, el Gobierno suspendió indefinidamente la programación de los otros canales de televisión y radio.
Rubén Bravo, presidente de la Corte Nacional de Justicia, expresó el apoyo del poder judicial "al orden democrático" y su rechazo a la sublevación.
Correa gradeció a los seguidores del movimiento PAIS que se agruparan desde temprano en las calles capitalinas para exigir su liberación.
En esto estuvo gente de Lucio Gutiérrez, insistió hoy el presidente Rafael Correa al hablar en el balcón de Carondelet sobre la crisis policial.
Versión de 'El Comercio'
Al ritmo del himno a la Patria, el primer mandatario de Ecuador, Rafael Correa, llegó hasta el Palacio de Carondelet, tras un operativo violento.
En menos de siete minutos llegó para saludar a sus seguidores que, desde horas de la tarde, enarbolaron banderas esperando su llegada.
Los militares habían conseguido rescatar al presidente de Ecuador, Rafael Correa, del hospital donde estaba retenido por los policías sublevados, según confirman varias fuentes. El presidente permaneció más de diez horas retenido por los sublevados y fue sacado enmedio de un tiroteo, que duró veinte minutos.
El automóvil Nissan Patrol en el que fue trasladado el presidente de Ecuador, después de ser rescatado por el Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional y la Fuerza Terrestre del Ejército de Ecuador, registra cuatro impactos de fusil, tres en el capot y uno en el parabrisas, justo en el lado en el que iba el mandatario, según informó la agencia estatal de noticias Andes.
El coronel Luis Castro, quien participó en el operativo de liberación de Correa al frente de las Fuerzas Especiales, declaró a la Televisión Pública que en el momento en que llegaron al lugar fueron recibidos por varios francotiradores que estaban apostados en el hospital en el que se encontraban el presidente y otros dignatarios del Estado.
Correa se encuentra ya en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo. En la Plaza Grande de Quito le esperaban algunos ministros y centenares de sus partidarios, que ondeaban banderas de Ecuador. El presidente ha declarado el estado de excepción en el país. Hay numerosos heridos, tanto en Quito como Guayaquil, pero su número exacto se desconoce.
Una fuerza militar consiguió penetrar en el hospital rodeado por policías sublevados. Correa salió en medio de una confusión en el exterior debido a un tiroteo que se registró en las afueras cuando llegaron cientos de militares y aparentemente se enfrentaron con policías sublevados, informó la televisión local.
La televisión presentó imágenes de un coche en el que supuestamente viajaba el presidente y de un policía que resultó herido.
En su primera alocución, ya liberado, agradeció al presidente español, Rodríguez Zapatero, el apoyo recibido durante su retención por los policías descontentos con su nueva escala salarial. Zapatero, ha reclamado a la comunidad internacional que reaccione con "contundencia" al objeto de que "se respete al democracia" en Iberoamérica y, especialmente, en Ecuador
Desde el hospital de la policía, Correa se trasladó al Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, y se asomó al balcón, donde le esperaban algunos ministros, para dirigirse a miles de sus partidarios congregados en la Plaza de la Independencia de Quito y que ondeaban banderas de Ecuador.
Correa saludó a los simpatizantes que lo esperaban y en referencia a lo sucedido dijo que se trató de un día "de profunda tristeza".
Alrededor de las ocho de la tarde (hora local, tres de la madrugada en la península Ibérica ) se produjo un grave enfrentamiento a las puertas del hospital entre agentes sublevados y miembros de la escolta que trataban de sacar al mandatario, que se saldó a favor de los rebeldes.
Fue el inicio de choques y disparos cruzados entre fuerzas de seguridad leales al dirigente y los rebeldes a las puertas de la clínica.
Tras declarar el estado de excepción en todo el país, el Gobierno suspendió indefinidamente la programación de los otros canales de televisión y radio.
Rubén Bravo, presidente de la Corte Nacional de Justicia, expresó el apoyo del poder judicial "al orden democrático" y su rechazo a la sublevación.
Correa gradeció a los seguidores del movimiento PAIS que se agruparan desde temprano en las calles capitalinas para exigir su liberación.
En esto estuvo gente de Lucio Gutiérrez, insistió hoy el presidente Rafael Correa al hablar en el balcón de Carondelet sobre la crisis policial.
Versión de 'El Comercio'
Un violento y espectacular operativo militar que se inició cerca de las 21:00, pretendía liberar al presidente Rafael Correa, quien se hallaba en el hospital de la Policía desde la mañana.
Alrededor de 500 militares llegaron provistas de máscaras antigases y disparando balas de goma lograron llegar hasta la entrada del Hospital, desde donde se esperaba que saliese Correa.
En el lugar se escuchaban muchos disparos aunque al parecer al inicio se trataba únicamente de balas de goma. Según trascendió el operativo fue autorizado por el propio presidente Correa desde el interior del hospital.
El presidente fue llevado primero del tercer piso a la planta baja. En silla de ruedas y con una máscara antigás, pero en buen estado de salud, el mandatario fue custodiado estrechamente por militares y policías leales al gobierno.
En medio de ese traslado hubo tiroteos intensos, disparos que dieron en la zona donde estaba el mandatario.
El presidente subió a un vehículo de la escolta presidencial y, en caravana, salió a gran velocidad del lugar, entre vítores de civiles que apoyan al gobierno.
Al cabo de varios minutos de disparos, un carro de los soldados logró ingresar hasta el hospital. Reporteros que se hallaban en el lugar registraron que una vez iniciado el operativo se apagó la luz que había en el cuarto donde estaba Correa. A las 21:10 se registraron algunos disparos hechos por los policías desde la parte alta del edificio.
Cuando todo parecía indicar que el Presidente saldría en un vehículo civil, que ingreso a las 21:17, la agencia ANSA reportó que los policías sublevados habían trasladado a Correa hasta el departamento de Pediatría.
Alrededor de 500 militares llegaron provistas de máscaras antigases y disparando balas de goma lograron llegar hasta la entrada del Hospital, desde donde se esperaba que saliese Correa.
En el lugar se escuchaban muchos disparos aunque al parecer al inicio se trataba únicamente de balas de goma. Según trascendió el operativo fue autorizado por el propio presidente Correa desde el interior del hospital.
El presidente fue llevado primero del tercer piso a la planta baja. En silla de ruedas y con una máscara antigás, pero en buen estado de salud, el mandatario fue custodiado estrechamente por militares y policías leales al gobierno.
En medio de ese traslado hubo tiroteos intensos, disparos que dieron en la zona donde estaba el mandatario.
El presidente subió a un vehículo de la escolta presidencial y, en caravana, salió a gran velocidad del lugar, entre vítores de civiles que apoyan al gobierno.
Al cabo de varios minutos de disparos, un carro de los soldados logró ingresar hasta el hospital. Reporteros que se hallaban en el lugar registraron que una vez iniciado el operativo se apagó la luz que había en el cuarto donde estaba Correa. A las 21:10 se registraron algunos disparos hechos por los policías desde la parte alta del edificio.
Cuando todo parecía indicar que el Presidente saldría en un vehículo civil, que ingreso a las 21:17, la agencia ANSA reportó que los policías sublevados habían trasladado a Correa hasta el departamento de Pediatría.