MADRID.- La clase política en general y los partidos políticos en particular son ya el tercer problema nacional, según la lista que mensualmente elabora el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El pasado mes de noviembre la clase política fue citada como un problema por el 16,6 por ciento de los entrevistados, subiendo 3,3 puntos respecto al mes anterior, y ascendiendo del cuarto al quinto lugar.
En la cúspide de la tabla vuelve a situarse el desempleo, que con un 78,4 por ciento de contestaciones, cinco puntos más que en octubre, logra el récord de la última década. En julio de 1998, con José María Aznar en La Moncloa, la preocupación por el paro se situó en 81 por ciento. Antes, a mediados de los años ochenta, cuando se creó el CIS y gobernaba el socialista Felipe González, el paro llegó a marcar máximos del 94 por ciento.
Como ocurre ininterrumpidamente desde septiembre de 2008, el segundo puesto es para los problemas económicos en general, en esta ocasión con casi el 46 por ciento de respuestas.
El trabajo de campo del sondeo hecho público este martes --que tiene un margen de error de más/menos 2 por ciento-- se basa en 2.490 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 237 municipios de 49 provincias entre el 2 y 9 de noviembre.
En esas fechas, a gestión del Gobierno estaba centrada en resolver el secuestro del atunero vasco 'Alakrana' en aguas del Índico, pues el día 5 se había anunciado el falso desembarco de tres de los marineros, mientras que el PP afrontaba una nueva crisis interna a cuenta de la Presidencia de Caja Madrid y de la expulsión del 'número dos' del PP valenciano (Ricardo Costa) a raíz del 'caso Gürtel'.
Con este 'mar de fondo', según el resultado del CIS aumentó la inquietud que la clase política genera entre los españoles. Hace un año este asunto sólo sumaba un 7 por ciento de alusiones en las encuestas. Los partidos políticos superaron por primera vez en los últimos años el 10 por ciento de menciones el pasado mes de marzo, colocándose en el séptimo lugar, en abril bajó hasta el 8,8 por ciento, para después recuperar la cota del 10 por ciento. En junio y julio conquistaron la quinta posición y en el barómetro de septiembre se quedaron en la sexta, con un 12 por ciento de contestaciones.
El mes pasado llegaron al cuarto lugar y ahora la visión de la clase política como un problema ha escalado otro puesto, hasta el tercero, dejando a la inmigración como cuarto problema (13,7 por ciento), seguida del terrorismo (13,1 por ciento) y en sexto lugar figura la inseguridad ciudadana, que se anota un 11,4 por ciento de alusiones.
Además, entre octubre y noviembre subió cinco puntos la preocupación por la 'corrupción y el fraude', que fue citada por uno de cada diez entrevistados, y se colocó en el séptimo puesto de la lista, sólo una décima por encima de la vivienda (10,3 por ciento). Con un 3,6 por ciento de menciones, aparece el apartado que los ciudadanos dedican al 'Gobierno, los políticos y los partidos'.
En la relación de problemas que afectan personalmente a los entrevistados no se producen cambios. Las menciones al paro, que suben cinco puntos respecto a octubre, llegan el 42,4 por ciento. Le siguen por este orden los problemas económicos, la vivienda y la inseguridad ciudadana.
La preocupación por la situación económica también queda clara cuando pide a los encuestados que definan la coyuntura actual. Para el 73 por ciento --dos puntos más que un mes antes-- es "mala" o "muy mala" y sólo el 2,5 por ciento la considera "buena" o "muy buena". Tres de cada diez pronostican que dentro de un año será peor, frente al 22 por ciento que confía en que mejore.
En el caso de la situación política, seis de cada diez la ven "mal" o "muy mal", frente al 36,8 por ciento que la definía así hace justo un año y únicamente el 5,4 por ciento la considera "buena" o "muy buena". Este último porcentaje estaba en el 16 por ciento en noviembre de 2008. El 23,6 por ciento augura que dentro de doce meses la situación política será aún peor, mientras que casi el 12 por ciento pronostica lo contrario.