Hemos pasado el ecuador y los grandes líderes nacionales han cubierto su cupo regional. Con Zapatero se cierra la semana más intensa en cuanto a trabajo interno de los comités de campaña. A falta de Aznar ya no quedan estrellas por venir y la última semana se jugará en casa.
Se ha cerrado el voto por correo, con una participación superior a las pasadas generales y mañana se cierra el plazo de publicación de sondeos de opinión. Estos comicios, como ya sucediera en las autonómicas y municipales, las encuestas apenas han existido o han tenido escaso protagonismo. El lunes queda para el último debate, en el que se supone que los dos dirigentes echarán el resto en busca de los votos indecisos, dejando como dicen los castizos “el pescao vendido”.
Para los comités de campaña regionales será la semana de relativo descanso y espera, con la agenda de los candidatos apretada en relaciones con los medios de comunicación actos locales y sectoriales y un cierre de campaña sencillo y localizado. Lo demas queda para cerrar el número de interventores y apoderados y preparar los locales para las celebraciones o los llantos de la noche del 9 de marzo.
Alcanzado este punto de inflexión, ya se pueden extraer algunas conclusiones de la campaña a nivel regional. La presunta corrupción que protagonizó las autonómicas y municipales ha quedado en un segundo plano. Incluso la huelga de funcionarios judiciales ha pospuesto procesos abiertos, dejando al diputado y ex alcalde de Totana, Juan Morales tranquilo y clandestino en su extraña situación de presunto imputado.
En cambio el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo se ha encontrado con una hostilidad, no “deseable para nadie”, como comentan hasta los propios candidatos populares. Parece como si Bermejo se presentara a la presidencia del Gobierno, por el acoso, marcaje y hostigamiento que está sufriendo. Los populares no quieren debatir con el, y la alcaldesa de Cartagena menos. Sin embargo se han empeñado en revolver sin escrúpulos hasta entrando en su vida personal.
El buen hombre no ha entrado a las andanadas populares, pero al contrario que otros muchos “paracaidistas” que han aterrizado aquí, no tiene motivos sobrados para hablar de la buena hospitalidad de los murcianos. Y dice que le quedan ganas y voluntad de defender a Murcia en los próximos cuatro años.
Ministrables y futuribles
Si gana Zapatero, está claro que el candidato por Murcia, Mariano Fernández Bermejo se sentará en el Consejo de Ministros, siguiendo al frente de la cartera de Justicia. También, según Saura, el ex diputado Raimundo Benzal estaría destinado a un alto cargo en Madrid.
En el caso de que Rajoy llegara a La Moncloa en las quinielas populares también colocan de futuribles en la Administración central a varios candidatos porla circunscripción de Murcia. Andrés Ayala, en el area de Infraestructuras y Fomento, suena con fuerza, y también dejan claro que Jaime García-Legaz dificilmente se quedaría en el Congreso. El destino de Vicente Martínez-Pujalte se movería entre el gobierno y el grupo parlamentario popular.
Se ha cerrado el voto por correo, con una participación superior a las pasadas generales y mañana se cierra el plazo de publicación de sondeos de opinión. Estos comicios, como ya sucediera en las autonómicas y municipales, las encuestas apenas han existido o han tenido escaso protagonismo. El lunes queda para el último debate, en el que se supone que los dos dirigentes echarán el resto en busca de los votos indecisos, dejando como dicen los castizos “el pescao vendido”.
Para los comités de campaña regionales será la semana de relativo descanso y espera, con la agenda de los candidatos apretada en relaciones con los medios de comunicación actos locales y sectoriales y un cierre de campaña sencillo y localizado. Lo demas queda para cerrar el número de interventores y apoderados y preparar los locales para las celebraciones o los llantos de la noche del 9 de marzo.
Alcanzado este punto de inflexión, ya se pueden extraer algunas conclusiones de la campaña a nivel regional. La presunta corrupción que protagonizó las autonómicas y municipales ha quedado en un segundo plano. Incluso la huelga de funcionarios judiciales ha pospuesto procesos abiertos, dejando al diputado y ex alcalde de Totana, Juan Morales tranquilo y clandestino en su extraña situación de presunto imputado.
En cambio el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo se ha encontrado con una hostilidad, no “deseable para nadie”, como comentan hasta los propios candidatos populares. Parece como si Bermejo se presentara a la presidencia del Gobierno, por el acoso, marcaje y hostigamiento que está sufriendo. Los populares no quieren debatir con el, y la alcaldesa de Cartagena menos. Sin embargo se han empeñado en revolver sin escrúpulos hasta entrando en su vida personal.
El buen hombre no ha entrado a las andanadas populares, pero al contrario que otros muchos “paracaidistas” que han aterrizado aquí, no tiene motivos sobrados para hablar de la buena hospitalidad de los murcianos. Y dice que le quedan ganas y voluntad de defender a Murcia en los próximos cuatro años.
Ministrables y futuribles
Si gana Zapatero, está claro que el candidato por Murcia, Mariano Fernández Bermejo se sentará en el Consejo de Ministros, siguiendo al frente de la cartera de Justicia. También, según Saura, el ex diputado Raimundo Benzal estaría destinado a un alto cargo en Madrid.
En el caso de que Rajoy llegara a La Moncloa en las quinielas populares también colocan de futuribles en la Administración central a varios candidatos porla circunscripción de Murcia. Andrés Ayala, en el area de Infraestructuras y Fomento, suena con fuerza, y también dejan claro que Jaime García-Legaz dificilmente se quedaría en el Congreso. El destino de Vicente Martínez-Pujalte se movería entre el gobierno y el grupo parlamentario popular.