BRUSELAS.- La Generalitat Valenciana logró ayer introducir una mención a favor de los trasvases de agua desde cuencas excedentarias a las que son deficitarias en el texto que adoptó la comisión de Desarrollo Sostenible del Comité de Regiones (CdR) de la UE y que, a falta de su adopción definitiva en el Pleno de esta institución consultiva, acepta su práctica como último recurso para luchar contra la sequía y la escasez de agua y siempre que se observen los apropiados criterios medioambientales.
El vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, fue el encargado de defender ante la comisión del CdR el informe del que es ponente el presidente del Consell, Francisco Camps, un documento que será la opinión de las regiones europeas sobre la estrategia que debería seguir la UE para luchar contra la escasez de agua y la sequía.
El punto de partida es la comunicación que presentó el año pasado la Comisión Europea a los Estados miembros, donde ponía el acento particularmente en el ahorro de agua y en una tarificación adecuada que cubra los costes de este recurso. No apostaba, por el contrario, por la creación de infraestructuras adicionales como desaladoras y trasvases.
Precisamente, este punto ha sido el caballo de batalla de Camps por medio del informe del que es ponente y en el que de momento han quedado plasmadas como posibilidad mediante varias enmiendas que el presidente valenciano tuvo que pactar, y rebajar, con distintas regiones para que salieran adelante.
En la votación de este jueves --que se completará con el voto del Pleno del CdR a principios de febrero--, la mayoría de las regiones europeas aceptaron que se acepten los trasvases "como medio posible", siempre que no sustituyan a una "gestión responsable de los recursos hídricos".
También estima "positivos los trasvases de recursos excedentarios entre cuencas dentro del mismo Estado miembro" siempre que "garanticen la calidad medioambiental, las masas de agua, los acuíferos y los caudales ecológicos".
Murcia votó a favor de un texto que fue rechazado por Castilla-La Mancha e Islas Baleares, las otras dos regiones españolas con representación en la comisión de Desarrollo Sostenible del CdR presentes en la votación. El más beligerante contra la mención a los trasvases fue el Gobierno castellano-manchego, autor de varias enmiendas que no fueron aprobadas.
La vicepresidenta segunda y consejera de Economía de la Junta de Castilla-La Mancha, María Luisa Araujo, dejó constancia, no obstante, de la oposición de su comunidad a que el CdR "haga una recomendación general a favor de los trasvases".
Explicó que esta reivindicación viene de una región de la "parte seca" de España, donde "sufrimos un trasvase aprobado en tiempos de la dictadura franquista desde la cabecera del río que afecta a todo el caudal".
El Gobierno de Islas Baleares también votó en contra del informe y su delegado en Bruselas, Gabriel Amer, apoyó a Araujo apuntando que Rambla "sabe la problemática a nivel político en España cuando se habla de agua en la Comunidad Valenciana".
A pesar de estas intervenciones, Rambla se mostró "enormemente satisfecho" con el resultado de la votación a su término porque afirmó que, "salvo Castilla-La Mancha, que venía a oponerse de manera radical, el resto ha apoyado buena parte de las enmiendas".- (EP)
El vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, fue el encargado de defender ante la comisión del CdR el informe del que es ponente el presidente del Consell, Francisco Camps, un documento que será la opinión de las regiones europeas sobre la estrategia que debería seguir la UE para luchar contra la escasez de agua y la sequía.
El punto de partida es la comunicación que presentó el año pasado la Comisión Europea a los Estados miembros, donde ponía el acento particularmente en el ahorro de agua y en una tarificación adecuada que cubra los costes de este recurso. No apostaba, por el contrario, por la creación de infraestructuras adicionales como desaladoras y trasvases.
Precisamente, este punto ha sido el caballo de batalla de Camps por medio del informe del que es ponente y en el que de momento han quedado plasmadas como posibilidad mediante varias enmiendas que el presidente valenciano tuvo que pactar, y rebajar, con distintas regiones para que salieran adelante.
En la votación de este jueves --que se completará con el voto del Pleno del CdR a principios de febrero--, la mayoría de las regiones europeas aceptaron que se acepten los trasvases "como medio posible", siempre que no sustituyan a una "gestión responsable de los recursos hídricos".
También estima "positivos los trasvases de recursos excedentarios entre cuencas dentro del mismo Estado miembro" siempre que "garanticen la calidad medioambiental, las masas de agua, los acuíferos y los caudales ecológicos".
Murcia votó a favor de un texto que fue rechazado por Castilla-La Mancha e Islas Baleares, las otras dos regiones españolas con representación en la comisión de Desarrollo Sostenible del CdR presentes en la votación. El más beligerante contra la mención a los trasvases fue el Gobierno castellano-manchego, autor de varias enmiendas que no fueron aprobadas.
La vicepresidenta segunda y consejera de Economía de la Junta de Castilla-La Mancha, María Luisa Araujo, dejó constancia, no obstante, de la oposición de su comunidad a que el CdR "haga una recomendación general a favor de los trasvases".
Explicó que esta reivindicación viene de una región de la "parte seca" de España, donde "sufrimos un trasvase aprobado en tiempos de la dictadura franquista desde la cabecera del río que afecta a todo el caudal".
El Gobierno de Islas Baleares también votó en contra del informe y su delegado en Bruselas, Gabriel Amer, apoyó a Araujo apuntando que Rambla "sabe la problemática a nivel político en España cuando se habla de agua en la Comunidad Valenciana".
A pesar de estas intervenciones, Rambla se mostró "enormemente satisfecho" con el resultado de la votación a su término porque afirmó que, "salvo Castilla-La Mancha, que venía a oponerse de manera radical, el resto ha apoyado buena parte de las enmiendas".- (EP)