La deuda hipotecaria de familias y promotores alcanzó en 2006 los 911.376 millones de euros tras crecer un 23,3% interanual, la menor tasa desde octubre de 2003, según los datos ofrecidos ayer por la Asociación Hipotecaria Española (AHE). Ese saldo vivo –lo que queda por pagar– supone un nuevo récord histórico pero su comportamiento respecto a 2005 deja entrever que el ‘boom’ inmobiliario comienza a desacelerar tras años de crecimientos desbocados. La AHE, que representa a bancos, cajas (líderes del sector) y al resto de entidades financieras, cree que el mercado ha tocado techo.
A lo largo del pasado año se firmaron hipotecas nuevas por valor de 172.042 millones de euros o, lo que es lo mismo, 471 millones de euros prestados cada día. Las entidades otorgaron una media de 15.334 millones (y sus correspondientes intereses) al mes. Un promedio que si se mantiene haría saltar la barrera del billón de euros en créditos hipotecarios vivos el próximo mes de julio.
Pero, sin embargo, algo parece haber cambiado. Hace justo un año, la AHE dio a conocer los datos de 2005. Fue el ejercicio más expansivo desde 1980 y terminó con un incremento del crédito concedido del 26,9%. Un ritmo idéntico al que registraron los meses de enero y febrero de 2006 y que, sin embargo, se fue apagando poco a poco desde entonces.
El enfriamiento tiene sus razones. Por un lado, el elevado precio de la vivienda, que dificulta no sólo la compra sino también la venta de los pisos. El ‘tsunami’ inmobiliario español elevó sobremanera los precios de los materiales de construcción y, aunque parezca una paradoja, hizo daño a los márgenes de los promotores. Precios por las nubes que hasta entonces no habían frenado el ímpetu general. Y entonces apareció el factor decisivo: el euribor.
Al calor de las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), el indicador comenzó una imparable escalada. A lo largo de 2006 se disparó un 1,1%. Una cantidad pequeña, pero que ha puesto en apuros a muchos de quienes se hipotecaron al límite para comprar su casa contando con que los largos plazos de sus contratos (30, 40 o incluso 50 años) les permitirían vivir desahogados. Y llegaron las revisiones de los contratos.
Un punto de euribor puede suponer 1.200 euros más al año en un crédito medio. Cantidad suficiente para preocupar a algunas familias. Lo peor está por llegar. En un reciente informe de su Servicio de Estudios, BBVA advirtió que la revisión de las hipotecas (lo que afecta al 6% del conjunto de los préstamos) será mucho más dura en los meses del próximo verano, cuando los diferenciales del euribor respecto a un año antes alcancen valores máximos. Por ahora, la referencia de ocho de cada diez contratos, supera ya el 4,1%.
A lo largo del pasado año se firmaron hipotecas nuevas por valor de 172.042 millones de euros o, lo que es lo mismo, 471 millones de euros prestados cada día. Las entidades otorgaron una media de 15.334 millones (y sus correspondientes intereses) al mes. Un promedio que si se mantiene haría saltar la barrera del billón de euros en créditos hipotecarios vivos el próximo mes de julio.
Pero, sin embargo, algo parece haber cambiado. Hace justo un año, la AHE dio a conocer los datos de 2005. Fue el ejercicio más expansivo desde 1980 y terminó con un incremento del crédito concedido del 26,9%. Un ritmo idéntico al que registraron los meses de enero y febrero de 2006 y que, sin embargo, se fue apagando poco a poco desde entonces.
El enfriamiento tiene sus razones. Por un lado, el elevado precio de la vivienda, que dificulta no sólo la compra sino también la venta de los pisos. El ‘tsunami’ inmobiliario español elevó sobremanera los precios de los materiales de construcción y, aunque parezca una paradoja, hizo daño a los márgenes de los promotores. Precios por las nubes que hasta entonces no habían frenado el ímpetu general. Y entonces apareció el factor decisivo: el euribor.
Al calor de las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE), el indicador comenzó una imparable escalada. A lo largo de 2006 se disparó un 1,1%. Una cantidad pequeña, pero que ha puesto en apuros a muchos de quienes se hipotecaron al límite para comprar su casa contando con que los largos plazos de sus contratos (30, 40 o incluso 50 años) les permitirían vivir desahogados. Y llegaron las revisiones de los contratos.
Un punto de euribor puede suponer 1.200 euros más al año en un crédito medio. Cantidad suficiente para preocupar a algunas familias. Lo peor está por llegar. En un reciente informe de su Servicio de Estudios, BBVA advirtió que la revisión de las hipotecas (lo que afecta al 6% del conjunto de los préstamos) será mucho más dura en los meses del próximo verano, cuando los diferenciales del euribor respecto a un año antes alcancen valores máximos. Por ahora, la referencia de ocho de cada diez contratos, supera ya el 4,1%.
Julio Díaz de Alda