Un nuevo brote de crisis se ha producido en las últimas horas en el Palacio de San Esteban con el intento de dimisión irrevocable de varios consejeros encabezados por el de Presidencia, Fernando Cierva, y estaría, al parecer, secundado por Medina Precioso, Inmaculada García, Cristina Rubio y Teresa Herranz.El gran problema de Valcárcel es que, a estas alturas de la legislatura autonómica, ya no encontraría fácilmente candidatos para sustituirlos al estar muy cuestionado desde dentro de sus propias filas como cabeza de la lista autonómica en 2007.
El primero parece haber quedado seriamente “tocado” mientras una rebelión de varios alcaldes del PP se habría superpuesto a esta crisis atizada por el de San Javier, José Hernández, tras su agotadora jornada de ayer para “largar” todo lo que sabe y provocar en breve imputaciones a la cúpula en cumplimiento de la más estricta legalidad. Los de Cartagena, Águilas, Mazarrón, Cieza, Torre Pacheco, Totana, Villanueva, Ulea, Archena y Aledo, al menos, estarían muy mosqueados por la actitud presidencial con Hernández y haciendo piña de cara al próximo cierre de candidaturas.
Hernández habría declarado, realmente, a petición propia ante el fiscal jefe del TSJ, López Bernal, y un nuevo fiscal, de 36 años y recién llegado de Madrid, enviado por la Fiscalía General del Estado, durante varias horas.La prueba es que no fue imputado, detenido o conducido a Sangonera sino que durmió en su casa tras sus confidencias a los fiscales sobre ilícitos penales de terceras personas. Compareció, como es natural, sin asistencia letrada.
Como consecuencia de las revelaciones de esa comparecencia se habría producido este nuevo rebrote de la crisis larvada, políticamente letal, en el seno del gobierno autónomo, bastante agitado y tenso durante las últimas semanas por los problemas generalizados de casi todos los consejeros y altos cargos políticos con el secretario general de la Presidencia, Ruiz Vivo, hasta mal visto hoy en Génova 13.
(Nadie con dos dedos de frente quiere estar dentro del gabinete ante la que se avecina en los juzgados, ahora para el Año Nuevo, con La Zerrichera, ni cuando la Agencia Tributaria entre a saco en la transacción, con fuertes plusvalías, de la venta de parte del edificio del antiguo Banco Exterior como nueva y lujosa residencia privada del ciudadano Valcárcel).
El encastillamiento de Valcárcel en torno a su hermano Carlos y su “escudero” Sánchez Carrillo, obviando al resto de un PP inexistente como organización viva (que no de vivos), incluidos los alcaldes de Murcia y Cartagena, entre otros muchos, ha desatado una crisis de partido e institucional de las mayores dimensiones conocidas en todos sus mandatos. Los consejeros citados pueden llegar a plantearse oficializar su dimisión por fax, al estilo del exministro de Aznar, Manuel Pimentel, para alinearse con el poder económico regional que abomina de Valcárcel como candidato a un cuarto ciclo al frente de la Región.
El alcalde de Molina, Eduardo Contreras, ha mediado en el conflicto con algunos alcaldes que se consideran dejados de la mano ante la Fiscalía, vista la actitud de desamparo político experimentado por el propio José Hernández, ahora con la única garantía de una investigación meticulosa. (La extrema derecha en el gobierno: Bascuñana, Cerdá, Mercader, Ruiz Vivo y Ruiz Abellán, estaría presumiendo de que aquí no va a pasar nada, y dispuesta a asumir las competencias dejadas vacantes por, llegado el caso, los dimisionarios).
Estos alcaldes confiesan sentir a diario el desplome social de su partido y no descartan el surgimiento en enero de una alternativa interna al propio Valcárcel si el PPRM continúa su derrota hacia ninguna parte ante la cita con las urnas del 27 de mayo. Una reciente encuesta interna daría por perdido el ayuntamiento de Murcia y muy reñidos los resultados para la Comunidad Autónoma aunque con la segura pérdida de la actual mayoría absoluta. Es por eso que Cierva deja correr el rumor de que se quiere marchar a "Polaris World", cuando lo que realmente le apetece es, el menos en cuestión electora, el sillón de alcalde de Cartagena.
El presidente, progresivamente, iría perdiendo apoyo como líder y candidato al estar atendiendo, casi en exclusiva, los criterios de Ruiz Vivo y desoyendo a figuras de relieve como Gómez Fayrén o Francisco Marqués (el hombre en Murcia de la recién fallecida Loyola de Palacio y arriba en la fotografía), ahora totalmente alejados pero nada ajenos a esta crisis que, casi seguro, va a costar al PP la confianza de los murcianos. (Valcárcel no ha podido siquiera conseguir ya el desmantelamiento del campamento reivindicativo de la federación de servicios públicos de la UGT, instalado desde hace dos meses a las puertas de la sede de su despacho oficial en el palacio de San Esteban). Asistimos, pues, al desmorronamiento de la pirámide de poder construida pacientemente por Sánchez Carrillo, también ahora en el objetivo implacable de la Ley, para él y los hermanos Valcárcel.
Existe la convicción generalizada de que Valcárcel ya no puede evitar por más tiempo que aflore públicamente esta crisis interna, de partido y del gobierno, y que esa profunda inestabilidad, división escenificada e inocultable descomposición del gabinete, se traduzcan en una pérdida de la iniciativa política y del liderazgo de la derecha, con lo que eso supone de verdadera oportunidad para un PSRM-PSOE en pleno proceso de renovación e incardinación con la mayoría social de progreso en la Región de Murcia. La "7" , televisión autonómica murciana improvisada por su fiel e incompetente Ruiz Vivo, no le sirve electoralmente de nada al no tener apenas audiencia y a tan sólo cinco meses de la cita con las urnas.
Los resultados de las investigaciones de la Fiscalía a partir de enero pueden introducir una nueva dinámica que confirme esta tendencia hacia la más que rápida desaparición del “valcarcelato”, incluso antes de esa cita con las urnas. El presidente lo tiene menos claro que nunca y su gente lo abandona a marchas forzadas al intuirlo "carne de fiscal" y una cáscara hueca, ahora a la deriva.El poder económico regional necesita desembarazarse del presidente y se apresta a ello sin más. Marqués tiene el apoyo, al menos, de los Casanova, Meroños, Fuertes, Muñoz, Vicente, Vidal, Huertas...