El municipio costero de Mazarrón se ha convertido, junto a los otros también litorales de Águilas, Lorca, Cartagena, La Unión, San Javier, Los Alcázares y San Pedro, en codiciado objeto de deseo de grandes corporaciones inmobiliarias cercanas al poder político-económico residente en el Palacio de San Esteban o Génova 13, del tipo “Polaris” (10.000 viviendas aprobadas y previstas en “El Mayorazgo”, con financiación de la Caja de Ahorros de Murcia) o “Hansa” (otras 5.000 con licencia, entre El Alamillo y la rambla de Valdelentisco, financiadas por la Caja de Ahorros del Mediterráneo).
Se trata de terminar de construir en los 41 millones de m2 de suelo ya recalificado que todavía queda, mediante convenios urbanísticos específicos, por el Ayuntamiento hoy gobernado por el PP en coalición con el PIxM del tránsfuga Domingo Valera, un pintoresco grupo político financiado curiosamente desde Murcia para controlar desde allí el total de este estratégico término municipal, con dos grandes núcleos de población y trece pedanías rurales dispersas para más de 25.000 personas, entre las que se engloban unos 18.000 electores, bastantes de ellos ahora residentes censados pero foráneos de hecho.
Es el “modus operandi”, a gran escala, a repetir en 2007, también en todos aquellos otros municipios de la Región de Murcia donde el ladrillo ha puesto su ojo especulador sobre un medio físico virgen: Caravaca, Calasparra, Bullas, Cehegín, Moratalla, Jumilla, Fortuna, Abanilla, Ricote, Ulea, Villanueva, Archena, Blanca, Cieza, Campos del Río, Ojós, Torre Pacheco, Fuente Álamo, Alhama, Totana, Aledo, Mula…
En el caso de Mazarrón, la permisividad urbanística ya se ha visto, sino animada, al menos sí tolerada desde Ayuntamiento y Comunidad Autónoma para un desarrollo inmobiliario desmesurado a partir de la recalificación masiva de las tierras de labor más cercanas al mar y generalmente propiedad de grandes tomateros de la zona como “Hernández Zamora” o “Durán”, entre otros. Es la misma dinámica de lo que viene sucediendo en Águilas (200.000 nuevas viviendas programadas) y Lorca con otros relevantes tomateros y sus socios encubiertos de Alhama para explicar la aparición ahora de partidos oportunistas para la ocasión, generalmente asociados a un medio de comunicación local cercano y financiado por un dinero fácil, a veces procurado por despachos “profesionales” de fuera pero que aspiran a mover los hilos dentro, más que nada porque la población cuenta con 33 playas en 35 kilómetros de litoral.
Blaya es investigado por la Fiscalía del TSJ desde hace varios meses ante una presunta malversación de 60.000 euros de caudales públicos en beneficio del líder de su partido coaligado, Domingo Valera. Un consistorio al que no importa que se pierdan las señas de identidad de este pueblo al no pujar finalmente por “Casa Saura” e impedir el continuo destrozo de patrimonio arquitectónico histórico-artístico.
El momento ha sido aprovechado por el alcalde para procurar que otros de fuera, pero amigos suyos, arrebaten la iniciativa a los de dentro y quedarse con el negocio gracias al apoyo del grupo gobernante municipal y así poder ofrecer el logro a los electores de una idea que ahora se presentará como mejorada y en manos expertas.
Y hasta son capaces de alterar el curso de la rambla de Las Moreras para que edifique un amigo o de autorizar en Bolnuevo más de una desaladora para satisfacer los intereses económicos de quien, en realidad, son los verdaderos dueños de todo Mazarrón mediante una dictadura en la sombra, que supuestamente hasta parece permitirse coger de forma ilegal agua del trasvase Tajo-Segura para regar sus campos de golf.
Según García, esos terrenos por sus características geomorfológicas "no serían urbanizables en condiciones normales" por lo que no tenían valor económico y, sin embargo, Iniciativas Urbanísticas de Mazarrón S.L. los compró a 12 euros el metro cuadrado a pequeños propietarios.
Informa asimismo de que la citada empresa se constituyó el 15 de noviembre de 2005, un mes después adquirió la deuda que el Ayuntamiento de Mazarrón mantenía con Urbaser, antigua concesionaria de la recogida de basuras, que ascendía a 7,2 millones de euros, "y a partir de entonces comienza a adquirir terrenos rústicos en la zona norte".
En opinión de García, Iniciativas Urbanísticas de Mazarrón S.L "se creó ex profeso para adquirir esta deuda y comprar terrenos en la localidad".
El edil socialista indica que el pasado septiembre el Ayuntamiento de Mazarrón aprobó el avance del Plan General de Ordenación Municipal, en el que esos terrenos figuran como suelo urbanizable.